Pon una (auto)caravana en tu vida
Elegir caravana o autocaravana para pasar el tiempo libre se ha convertido en algo bastante común. Ambas se han erigido como alternativa a unas vacaciones más convencionales, pero paradójicamente más seguras.
En 2020, la pandemia de la COVID-19 fue la causa de un confinamiento global sin precedentes, donde muchas de las reglas del juego cambiaron. La recomendación de la distancia social, los cierres perimetrales o los toques de queda influyeron en cómo debíamos pasar el tiempo de trabajo… y el de ocio. No pocas familias se plantearon alquilar, o incluso adquirir, una caravana o autocaravana.
Lejos de hoteles o apartamentos, pasar el tiempo en un vehículo que en sí mismo podría convertirse en una burbuja social, parecía atractivo. Tanto es así que el caravaning, como tal, se está consolidando como opción vacacional. Entre junio y julio de 2020, el interés por la autocaravana aumentó un 75 %; y las reservas crecieron un 200 % con respecto a 2019.
Las cifras son bastante elocuentes, también en cuanto a compra y matriculación. La Asociación Española de la Industria y Comercio del Caravaning (ASEICAR) cifró en 8.903 las matriculaciones correspondientes a 2019.
Comodidades en función de la marca y el modelo
Se trata de vehículos funcionales que van de la ocupación mínima (en su versión de minicaravanas para singles: también las ofertan ya), a los que pueden llegar a albergar entre dos y siete personas. Las comodidades difieren en función de la marca, el modelo o la cantidad de dinero que se quiera invertir. Las hay con:
- Ventanas tintadas de doble cristal.
- Paredes de fibra de vidrio.
- Mayor o menor maniobrabilidad.
- Camas individuales y/o dobles.
- Baño con lavabo, WC y plato de ducha.
- Cocina y sala de estar.
- Zona de descanso.
- Diseño retro o aerodinámico.
- Habitáculo al gusto
Todo dependerá del presupuesto, y no únicamente. También de la confortabilidad que le pidamos al motorhome -así denominan los estadounidenses a la autocaravana-, al tipo de viaje que se planee (más aventurero, o por el contrario contemplativo), así como a la cuestión de la compañía elegida. ¿Cuál sería el fin de nuestro viaje, una escapada romántica, una excursión con la pandilla, o una ruta con la familia?
Normas para viajar en autocaravana
¿Qué necesitamos saber para conducir una caravana o autocaravana? En principio, es importante aclarar que con el carnet de conducir B para turismo sería suficiente para conducir, con sus límites: que ni el remolque supere los 750 kilogramos ni la autocaravana pese más de 3.500 kilogramos ni exceda las nueve plazas. En caso contrario, el carnet necesario sería el B96 o B+E.
La velocidad máxima será de 120 km/h en autopistas y autovías, así como de 90 km/h en carreteras convencionales. Límites que varían si se trata de una furgoneta camperizada sin homologar (90 km/h y 80 km/h en las mismas vías), o de si se estamos hablando de vehículos mixtos adaptables (100 km/h y 90 km/h respectivamente).
En cuanto al aparcamiento, si bien se puede aparcar allí donde está permitido estacionar, lo recomendable es informarse de la normativa local de nuestro destino; y llevar encima la Instrucción 08/V-74 de 2008 que regula las maniobras de parada y estacionamiento de este tipo de vehículos. Por otro lado, es obligatorio el uso de calzos para las ruedas.
Teniendo en cuenta que la acampada libre no está permitida (debido a las legislaciones autonómicas, provinciales y municipales, que la restringen), si queremos utilizar elementos que sobresalgan de vehículo, como sillas y mesas plegables, avances de tienda de campaña, toldos u otros accesorios… habrá que buscar un camping donde acampar.