El tubo de escape de nuestro coche habla: tipos de humo y consecuencias
¿Solemos fijarnos en los humos que desprende nuestro vehículo? ¿Conocemos su posible significado? Es evidente que deberíamos, para actuar en consecuencia.
Con respecto a los tipos de humo que salen por el escape de nuestros coches, estaríamos refiriéndonos a una trilogía (y no es la de Krzysztof Kieślowski, precisamente). Blanca, negra o azul. Que a la hora de hacernos con un vehículo de segunda mano puede ser, de hecho, decisiva.
Quizá antes de pedir cita para pasar la itv debamos aprender a estar atentos o atentas a los humos que emite nuestro vehículo. Evitaremos disgustos.
Humo blanco
El humo blanco, si el coche anda muy caliente (no lo acabamos de arrancar por la mañana, por ejemplo) y es denso, apuntaría un problema de gran envergadura relacionado con la junta de culata (¡horror!).
Los expertos hablan de filtración del anticongelante o agua en el motor, fuga en el circuito de refrigeración o en el radiador. La densidad sería la clave, dado que la temperatura podría subir espectacularmente, con la consiguiente gravedad de la avería. Hemos de vigilar atentamente este humo.
Humo negro
El humo negro no es una buena señal tampoco, y está relacionado con un mantenimiento muy mejorable. Nuestro vehículo nos está diciendo que ya es hora de que le lleves al taller a un chequeo.
La mezcla de combustible y aire sería aquí problemática por diversos motivos. Puede indicar lo siguiente: un fallo en los inyectores por obstrucción o suciedad, que sería la causa de una mala combustión en los coches de gasolina. Hay un exceso de gasolina en los cilindros del motor, y este consume mayor cantidad (algo nefasto para nuestro bolsillo). En los de motor diésel quizá una cierta cantidad de humo negro no sea para asustarse tanto... siempre que sea leve o moderada.
Humo azul
La alerta de esta clase de humo es muy seria, dado que no es para nada común. Una de las posibilidades es que el motor esté quemando aceite, por un fallo que permite su paso a la cámara de combustión. Esto es fruto del desgaste de determinadas piezas del motor, como los anillos.
Dependiendo de la cantidad de humo azul que el vehículo emita tendremos la oportunidad de llevar nosotros mismos el coche al taller… o pedir una “ambulancia”, es decir, una grúa de auxilio. Es imposible circular con la junta de culata rota, precisamente para no terminar de cargarse el vehículo.