Césped en diciembre: ¿cómo cuidarlo adecuadamente?
Sabemos que no es “su” estación precisamente, pero… hay que cuidarlo igualmente. Si queremos que nuestro césped llegue a la primavera en óptimo estado, habrá que esforzarse un poco en la tarea jardinera.
No todos los céspedes son iguales. Si hablamos de especies que se plantan en otoño, las hay de clima frío (como la especie Agrostis tenuis), ideales para green de golf (Agrostis stolonífera), o presentes en todas las mezclas de césped, como la Lolium perenne. Otras se plantan a finales de invierno y comienzos de primavera, y son muy utilizadas en los bordes de las carreteras o en los paseos públicos (Paspalum notatum); asimismo las hay muy rústicas, que soportan bien los pisoteos, como la Pennisetum clandestinum.
Porque en el cuidado de jardín, cada estación implica unas actividades específicas. Esto vale, también, para nuestro césped. Bien es verdad que, si estamos en el primer año de su plantación, la yerba necesitará unas atenciones particulares, si queremos verla frondosa, tupida y compacta. Esto va más allá de la poda en primavera o verano.
¿Cómo cuidarlo en invierno?
Como cualquier planta, debemos mantener la hierba libre de hongos y de plantas invasoras, como explicamos en este otro artículo. La humedad es uno de los grandes problemas que traen las bajas temperaturas, dadas las nieves, lluvias y heladas. En combinación con la hojarasca -de la que no nos libramos del frío-, pueden ser fuente de hongos, archienemigos del césped. Hay que tener el musgo a raya con un buen musguicida (a ser posible enriquecido con hierro y azufre).
Cortar el césped aunque sea discretamente es otra manera de no debilitarlo y mantenerlo fuerte frente al frío. Siempre y cuando esté seco, de modo que habrá que esperar a que pase un tiempo cuando caiga el rocío (¡nada de segar si acaba de caer una helada!).
Otro aspecto que debemos considerar es el riego. En este caso, será escaso, puesto que con la humedad invernal la hierba tiene de sobra. Si residimos en lugares particularmente secos, lo aconsejable es regar una vez por semana.
En cuanto al abono, en principio no sería necesario hasta el final del frío, si bien, dependiendo de cómo sea el estado de la hierba, habrá que aplicar un abono, a ser posible orgánico.