¿Qué debes saber antes de comprar un cortacésped?
Cuando cuidas un césped bien, obtienes una recompensa: su aspecto es precioso, crece sano y mejor. Pero para ser un buen cortador de césped, debes disponer de la mejor máquina... según tus necesidades.
“Elige entre tener césped o tener vida, pues no puedes tener ambas cosas”. Este proverbio campestre, dice el escritor de best sellers Tom Cutler, no se atiene a la verdad. El cuidado de jardín, y el césped en concreto, no deben implicar esclavitud. Aunque el cuidado deba ser constante, puesto que en caso contrario el jardín se nos puede volver en contra, convirtiéndose en una mini selva.
Uno de los consejos -a decir verdad, el primero y principal- que menciona Cutler es hacerse un buen cortacésped y cuidarlo bien. Una máquina que mantenga la longitud óptima de la hierba: entre los 2,5 y 3 centímetros.
¿El tamaño del jardín importa?
La respuesta es sí. Un jardín de 100 metros cuadrados no es lo mismo que otro de 500 metros cuadrados, o de mayor superficie. La composición del terreno influye igualmente, si es llano o pendiente, o el hecho de que cuente con mayor o menor número de obstáculos. Desde una piscina a la casita de la mascota.
También es importante prever dónde se encuentra la toma de corriente más próxima, puesto que si está lejos igual nos conviene un cortacésped de batería, que es más autónomo; hay modelos que superan los 30 minutos, por ejemplo.
Tipos de cortacésped
Existe, en el mercado, una enorme variedad de modelos: desde el cortacésped manual de toda la vida al eléctrico, el que funciona a batería o el modelo a gasolina. Si no eres una persona excesivamente tradicional y quieres apostar por el modelo eléctrico, este mes disponemos -entre nuestros productos de oferta-, de este cortacésped de Mi Garden, de uso doméstico, con garantía de dos años y a un precio inmejorable.
Los cortacésped eléctricos precisan un mantenimiento sencillo que pasa por mantener afilada la cuchilla (o sustituirla cuando se deteriora). Para jardines de pequeño tamaño o mediano son ideales. Si cuentan con una cesta que recoge la hierba, de manera automatizada, mejor. La autopropulsión, si el terreno es de más de 300 metros cuadrados, es una buena opción, dado que no hay que empujar la máquina, sino dirigirla.
Los que funcionan con gasolina sí que sirven para superficies de hasta 2.000 metros cuadrados, y se caracterizan por su enorme potencia. Se recomienda, no obstante, que la máquina sea de entre 1.000 y 1.200 W de potencia.
Antes de cortar el césped
Se trata de una máquina, de modo que vigilarla con minuciosidad antes de ponerla en funcionamiento, y observar que no haya objetos tirados por el jardín -así como niños o animales cerca-, es una de las primeras cosas que hay que hacer.
Usando gafas y guantes, si es posible. E importante, toma nota de un último consejo: si la máquina se traba con algún elemento, apágala antes de ver qué ha pasado.
